El Buró Federal de Investigaciones ha emitido una alerta sobre un esquema de fraude que tiene como objetivo a personas de habla china en todo Estados Unidos. El programa comienza con una llamada telefónica no solicitada en mandarín o cantonés de alguien que afirma representar a un proveedor de seguros de salud. La persona que llama alega que se registró una cirugía en el relato de la víctima sin aprobación. A continuación, se le informa al destinatario de que se está llevando a cabo una investigación y se le pide que participe en una llamada de seguimiento.

 

 

According to the FBI , la operación se basa en la suplantación del identificador de llamadas para que el contacto parezca legítimo. El objetivo del llamante inicial es crear urgencia para que la víctima siga implicada.

Una vez que la persona cuestiona la reclamación, la llamada se transfiere a una segunda persona que se hace pasar por un agente de la ley china. Esta persona intensifica la presión diciendo a la víctima que enfrenta una acusación o extradición a China. A veces se ordena a las víctimas descargar un programa de comunicación por vídeo y permanecer conectadas para que la persona pueda monitorizarlas. Se les dice que esta vigilancia forma parte de una investigación criminal. El FBI informa que el atacante puede mostrar documentos falsificados o expedientes durante la llamada para que la interacción parezca creíble. En esta etapa, el objetivo es coaccionar a la víctima para que pague una gran suma de dinero que se describe como fianza o depósito de garantía.

El FBI afirma que las víctimas de esta operación han sido presionadas para proporcionar información personal y transferir fondos a cuentas controladas por el grupo fraudulento. En algunos casos, se ha dicho a personas que eviten el contacto con amigos y familiares hasta que el asunto se resuelva. El FBI señala que esta táctica de aislamiento se utiliza para evitar que las víctimas busquen asesoramiento que pueda exponer el fraude. La agencia también ha informado casos en los que se dirigió a las víctimas para ayudar a transferir fondos a delincuentes. Esta táctica convierte efectivamente a la víctima en un participante involuntario en la operación más amplia.

El fraude es efectivo porque explota el miedo a las consecuencias legales y la percepción de que los llamantes representan a autoridades conocidas. El uso tanto de un proveedor de seguros estadounidense como de las fuerzas del orden chinas crea una narrativa compleja que parece coherente para un objetivo que puede no estar familiarizado con el funcionamiento de estas agencias. La familiaridad lingüística es central en el esquema. Al usar mandarín o cantonés y consultar procesos legales chinos, el atacante genera confianza y autoridad rápidamente. Además, muchas víctimas pueden preocuparse por el posible impacto en su estatus migratorio o planes de viaje, lo que aumenta la probabilidad de que cumplan.

El FBI aconseja a cualquier persona que reciba una llamada inesperada de este tipo que cuelgue y verifique el asunto directamente con su aseguradora utilizando la información de contacto conocida. La agencia subraya que las fuerzas del orden no exigen pagos por teléfono ni instruyen a las personas para instalar programas de comunicación para su monitorización. Se anima a las personas que creen haber sido objetivo a presentar una denuncia a través del Centro de Denuncias de Delitos en Internet en ic3.gov.

El FBI también recomienda guardar registros de llamadas, capturas de pantalla y detalles de las transacciones, lo que puede ayudar a los investigadores a identificar patrones en el esquema. Se anima a grupos comunitarios y universidades que atienden a residentes de habla china a compartir el aviso para reducir el número de intentos exitosos.

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