La autoridad francesa de protección de datos CNIL ha impuesto una multa de 750.000 € a Les Publications Conde Nast, la empresa responsable de Vanity Fair, por colocar cookies en los dispositivos de los usuarios sin consentimiento válido. La autoridad determinó que el sitio web desplegaba cookies no esenciales en cuanto los usuarios llegaban a la página, sin esperar a interactuar con el banner de consentimiento. La CNIL afirmó que esta práctica violaba la ley francesa de protección de datos y los requisitos de la Directiva ePrivacidad, ambos exigen un acuerdo explícito antes de almacenar rastreadores no esenciales en los dispositivos.

 

 

El caso comenzó tras una queja presentada en 2019, que llevó a la CNIL a examinar las prácticas de Vanity Fair sobre cookies. La revisión inicial llevó a emitir una advertencia formal en 2021. La empresa se comprometió a corregir su mecanismo de consentimiento, pero las comprobaciones posteriores de la CNIL mostraron que los cambios necesarios no se habían implementado. El sitio web continuó colocando cookies publicitarias y de seguimiento antes del consentimiento, y los usuarios que intentaban rechazar las cookies seguían siendo objeto de rastreo.

La CNIL identificó varias infracciones durante su investigación. Las cookies no esenciales se colocaron tan pronto como se cargó la página principal, y el banner de consentimiento que apareció no impidió que se almacenaran las cookies. Algunas cookies utilizadas para publicidad se clasificaban como estrictamente necesarias, una designación destinada solo a funciones técnicas esenciales para el funcionamiento del sitio web. Esta categorización permitió que las cookies eludieran el requisito de consentimiento. La CNIL también descubrió que los usuarios que hicieron clic en la opción de rechazar o intentaron retirar el consentimiento no pudieron impedir que se colocaran o mantuvieran cookies. La autoridad afirmó que el mecanismo de rechazo no funcionaba y que la web seguía instalando rastreadores incluso después de que los usuarios se hubieran retirado.

El regulador consideró que el incumplimiento repetido era un factor importante para determinar el tamaño de la multa. La CNIL declaró que la editorial ya había recibido instrucciones para cambiar sus prácticas y que se le había dado tiempo para actualizar su sistema. La continua colocación de cookies sin consentimiento y el etiquetado incorrecto de los rastreadores publicitarios como esenciales se consideraron brechas graves que afectaron a un gran número de usuarios.

Según la legislación francesa, los sitios web deben proporcionar información clara sobre el propósito de las cookies, identificar a terceros que accedan a los datos y obtener el consentimiento explícito del usuario para todo seguimiento no esencial. El consentimiento debe ser una acción afirmativa clara, y los usuarios deben tener un método sencillo para rechazarlo o retirarlo. La CNIL concluyó que Vanity Fair no cumplía con estos requisitos y que los mecanismos proporcionados a los usuarios eran engañosos o ineficaces.

La decisión refuerza el enfoque más amplio de la CNIL en la aplicación de los banners de consentimiento y el despliegue de cookies. La autoridad ha impuesto varias sanciones a grandes servicios online en los últimos años por violaciones similares, señalando que las prácticas de consentimiento siguen siendo una prioridad. La CNIL ha dicho que continuará monitorizando los sitios web que gestionan grandes volúmenes de tráfico de usuarios y tomará medidas cuando no se cumplan las normas de consentimiento.

El editor puede recurrir la decisión, pero la multa sirve como advertencia para cualquier organización que opere en Francia y utilice el seguimiento en línea para publicidad o análisis. El caso también destaca la importancia de opciones claras de consentimiento para los usuarios que esperan controlar qué información se almacena en sus dispositivos. La CNIL ha afirmado que los banners de cookies deben proporcionar información precisa y respetar las elecciones de los usuarios sin imponer obstáculos artificiales ni implementar un diseño que guíe a los usuarios hacia la aceptación.

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