Las autoridades de Suecia y España desmantelaron una red de juego ilegal que, según los investigadores, generaba unos 20 millones de euros al año. La operación coordinada tuvo lugar a finales de noviembre e involucró a unos 150 agentes repartidos en ocho ubicaciones, incluyendo seis en Estocolmo y dos en Murcia. La policía detuvo a cinco sospechosos, tres en Suecia y dos en España. Los agentes incautaron efectivo, relojes de lujo y otros objetos de valor valorados en varios cientos de miles de euros.

 

 

Los investigadores dijeron que una propiedad en Estocolmo había estado operando como un casino ilegal durante un periodo significativo. El equipo encontrado en el lugar indicaba que las instalaciones albergaban actividades de juego organizadas. La policía también recuperó drogas ilícitas destinadas a su reventa. Las autoridades dijeron que la combinación de operaciones de juego y distribución de drogas demostró que el grupo mantenía una estructura criminal diversificada.

Las autoridades informaron de signos de explotación humana vinculados a la red. Los investigadores indicaron que las personas vinculadas al grupo fueron objeto de amenazas y coacción para garantizar el cumplimiento y hacer cumplir las deudas. La policía señaló que estas tácticas son comunes en organizaciones criminales que dependen de la intimidación para proteger los ingresos y disuadir interferencias externas.

La cadena también ofrecía servicios de blanqueo de capitales. Los investigadores dijeron que el grupo utilizó sus actividades de juego y canales financieros para ocultar los beneficios a socios criminales externos. Las autoridades están revisando los registros financieros para determinar cómo se trasladaron los ingresos y si otros actores facilitaron el proceso de blanqueo. Las autoridades dijeron que estas actividades permitieron a la red beneficiarse no solo de sus propias operaciones, sino también de mercados criminales más amplios.

La acción contó con el apoyo de Europol, que coordinó el intercambio de inteligencia entre las autoridades suecas y españolas. Europol dijo que las pruebas recogidas durante los registros se compartirían entre jurisdicciones para apoyar la continuación de las investigaciones. La agencia señaló que el caso pone de manifiesto el aumento de la cooperación entre los organismos europeos de aplicación de la ley que atacan a grupos criminales transfronterizos.

Las autoridades dijeron que continuarán examinando la estructura, los activos y las conexiones externas del grupo. Los investigadores están evaluando si más sospechosos podrían estar vinculados a la operación y si se utilizaron otras propiedades o cuentas financieras para apoyar la red criminal. La policía también indicó que aún son posibles más detenciones a medida que avanza el análisis de los datos incautados.

Las autoridades señalaron que el caso refleja desafíos más amplios planteados por grupos criminales que combinan el juego ilegal, el narcotráfico y el delito financiero. Señalaron que tales redes pueden operar en múltiples países y depender de actividades superpuestas para mantener ingresos e influencia.

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