Dinamarca, que actualmente ocupa la Presidencia del Consejo de la Unión Europea, ha dado marcha atrás en el avance de su “chat control” propuesta. El plan habría requerido que las empresas de tecnología escanearan los mensajes privados en busca de material de abuso sexual infantil. Después de la creciente resistencia de varios estados miembros y defensores de la privacidad, Dinamarca ahora afirma que ya no presionará por la controvertida propuesta.
La propuesta, conocida formalmente como Reglamento para prevenir y combatir el abuso sexual infantil, fue presentada por la Comisión Europea en 2022. Su objetivo era hacer obligatorio el escaneo de contenido para aplicaciones de mensajería, servicios de almacenamiento en la nube y otras plataformas de comunicación. Según el proyecto de ley, incluso los servicios encriptados habrían tenido que utilizar sistemas automatizados para identificar contenido ilegal en mensajes privados. La medida tenía la intención de fortalecer la protección infantil en línea, pero rápidamente se convirtió en una de las iniciativas digitales más controvertidas jamás discutidas dentro de la Unión Europea.
Desde el principio, los críticos dijeron que el plan era incompatible con el derecho a la privacidad. Alemania, Austria, Polonia y los Países Bajos se encontraban entre los países que se negaron a apoyarla, advirtiendo que la propuesta podría socavar el cifrado de extremo a extremo y abrir un camino hacia la vigilancia generalizada. Los defensores de la privacidad también dijeron que la tecnología necesaria para el escaneo de mensajes crearía nuevas vulnerabilidades en la infraestructura digital. Una vez que existe una puerta trasera, argumentaron, puede ser explotada no solo por las fuerzas del orden, sino también por ciberdelincuentes o gobiernos hostiles.
Varias voces prominentes en la comunidad de privacidad expresaron su preocupación por las implicaciones del escaneo obligatorio. La Fundación Signal, que opera la aplicación de mensajería encriptada Signal, declaró que abandonaría el mercado europeo en lugar de comprometer sus estándares de encriptación. European Digital Rights (EDRi) calificó el plan como una intrusión sin precedentes en la vida privada, mientras que otras organizaciones de la sociedad civil, como Access Now y Electronic Frontier Foundation, dijeron que erosionaría la confianza pública en las herramientas de comunicación seguras que son esenciales para periodistas, activistas y usuarios comunes.
Más allá del debate sobre la privacidad, los expertos cuestionaron la precisión y confiabilidad de la tecnología en sí. Los sistemas de detección basados en inteligencia artificial pueden identificar erróneamente contenido legítimo, lo que puede resultar en informes o investigaciones falsas. Los opositores argumentaron que esto crearía riesgos legales y de reputación para los usuarios al tiempo que inundaría a las autoridades con datos inexactos. También señalaron que la propuesta no definía claramente cómo se manejarían o almacenarían las pruebas recopiladas del escaneo, lo que generó preocupaciones sobre el uso indebido de la información personal.
El ministro de Justicia danés, Peter Hummelgaard, confirmó a fines de octubre que el gobierno había reconsiderado su posición. Si bien Dinamarca sigue comprometida con la lucha contra el abuso sexual infantil en línea, dijo que la Presidencia ahora reconoce que un sistema de escaneo obligatorio no puede avanzar sin un consenso más fuerte entre los estados miembros de la UE. En cambio, Dinamarca se centrará en extender el sistema voluntario actual, que permite a las empresas detectar y denunciar material dañino sin una obligación legal de hacerlo. El marco temporal, introducido en 2021, permanecerá en vigor hasta abril de 2026.
Para Dinamarca, la decisión de ralentizar el proceso legislativo refleja una respuesta práctica a la realidad política y técnica. Sin un amplio apoyo en el Consejo, avanzar en la propuesta corría el riesgo de profundizar las divisiones entre los Estados miembros y generar críticas de la sociedad civil en un momento en que la confianza digital ya es frágil.
El cambio danés no pone fin a la discusión sobre cómo abordar la explotación infantil en línea. En cambio, retrasa una decisión sobre si la Unión Europea eventualmente hará obligatorio el escaneo o continuará dependiendo de la cooperación voluntaria de las empresas de tecnología. Una vez que el marco existente expire en 2026, las instituciones de la UE tendrán que acordar un nuevo enfoque o arriesgarse a perder un mecanismo legal clave que actualmente permite a las plataformas denunciar material de abuso.
Los representantes de la industria han instado a los legisladores a buscar alternativas que no debiliten el cifrado ni pongan en peligro la privacidad. Estos incluyen mejorar la colaboración entre las empresas y las fuerzas del orden, crear herramientas de denuncia más sólidas para los usuarios e invertir en programas de prevención y educación. Los expertos en privacidad argumentan que cualquier nueva legislación debe incluir supervisión judicial y salvaguardias técnicas para garantizar que las investigaciones sigan siendo específicas en lugar de indiscriminadas.
Por ahora, la decisión de Dinamarca se ve como una pausa en lugar de una reversión. Se espera que el tema vuelva a la agenda de la UE en futuras presidencias, especialmente porque los gobiernos enfrentan una presión continua para actuar contra la explotación infantil en línea. El resultado probablemente dependerá de si se puede encontrar un compromiso que proteja a los niños y preserve la confidencialidad de la comunicación digital.
La retirada de Dinamarca destaca lo difícil que es para los legisladores regular la seguridad en línea sin socavar el cifrado y la protección de datos. El debate se ha convertido en un caso de prueba para el enfoque europeo de los derechos digitales, mostrando que incluso las políticas bien intencionadas pueden chocar con los principios fundamentales de privacidad y seguridad. A medida que continúan las negociaciones, la Unión Europea se enfrenta al desafío continuo de proteger a sus ciudadanos en línea mientras mantiene la confianza de la que depende la comunicación segura.
