Para muchos estadounidenses, la idea de las filtraciones de datos personales se ha sentido durante mucho tiempo como algo que le sucede a otras personas, un tema distante reservado para grandes corporaciones, celebridades o aquellos que caen en estafas obvias. Pero según una encuesta reciente realizada por NordVPN, esa falsa sensación de seguridad se está haciendo añicos.

 

 

El estudio encontró que más de la mitad de los estadounidenses han tenido su información personal filtrada en línea en algún momento. Eso significa que millones de personas han visto sus datos privados, desde credenciales de inicio de sesión hasta direcciones, cumpleaños o incluso información financiera, expuestos en Internet, a menudo sin darse cuenta.

La investigación destaca una creciente brecha entre la conciencia y la acción. La gente conoce las amenazas en línea, pero pocos toman las medidas necesarias para protegerse. A pesar de escuchar sobre importantes hackeos y actividad en la web oscura, la mayoría de las personas subestiman cuánta de su información personal ya ha escapado a su control.

Lo que descubrió la encuesta de NordVPN

El estudio de NordVPN pinta una imagen aleccionadora de la vida digital en los Estados Unidos. La compañía descubrió que alrededor del 88 por ciento de los estadounidenses dicen que han oído hablar de la web oscura, el rincón subterráneo de Internet donde se intercambian datos robados y bienes ilegales. Pero incluso con ese conocimiento, menos de la mitad de los encuestados han verificado alguna vez si sus propios datos se vieron comprometidos.

Más del 50 por ciento de los participantes dijeron que creen que su información personal se ha filtrado al menos una vez, pero el 46 por ciento admitió que nunca han verificado si eso era cierto. Eso significa que millones de personas podrían tener datos confidenciales circulando en línea sin ningún conocimiento de ellos.

La encuesta también encontró que alrededor del 66 por ciento de los estadounidenses piensan que sus datos personales pueden estar disponibles para la venta en la web oscura o en foros de piratas informáticos. Mientras tanto, el 60 por ciento confesó usar redes Wi-Fi públicas regularmente sin herramientas de protección, un hábito que los hace especialmente vulnerables a las escuchas digitales y al robo de credenciales.

Cuando se les preguntó cómo se enteraron por primera vez de que se filtraron sus datos, el 40 por ciento dijo que fueron notificados por una empresa o autoridad, mientras que alrededor del 20 por ciento lo descubrieron ellos mismos después de verificarlos. El resto permaneció inconsciente hasta que se enfrentaron a un problema directo, como el compromiso de la cuenta o las transacciones fraudulentas.

La ilusión de la seguridad en línea

Estos hallazgos revelan una verdad preocupante sobre cómo los estadounidenses perciben la seguridad en línea. La mayoría de las personas creen que están mejor protegidas de lo que realmente están. El auge del software antivirus y las herramientas de seguridad integradas ha dado a muchos usuarios una falsa sensación de inmunidad. Pero la investigación de NordVPN muestra que tener un software de seguridad por sí solo no protege contra violaciones o fugas de datos.

Un programa antivirus puede defenderse contra ciertos tipos de malware, pero hace poco para proteger la información personal una vez que ya está almacenada en sitios web, aplicaciones o minoristas en línea. Una vez que esas bases de datos son pirateadas, sus datos pueden terminar expuestos independientemente del software que haya instalado.

Esta falsa confianza deja a la gente complaciente. Reutilizan contraseñas, ignoran las notificaciones de violación y continúan iniciando sesión a través de redes inseguras porque asumen que otra persona está manejando la seguridad en su nombre. El resultado es un entorno digital lleno de pequeños riesgos evitables que se acumulan con el tiempo.

Qué significa realmente una fuga de datos

Una fuga de datos personales no es solo un inconveniente técnico. Es una apertura para el robo de identidad y el fraude financiero. Una vez que su dirección de correo electrónico, número de teléfono o contraseña se ven comprometidos, los delincuentes pueden usar esa información de muchas maneras. Es posible que intenten acceder a sus redes sociales, banca en línea o cuentas de compras. Algunos combinan datos de múltiples filtraciones para hacerse pasar por usted y solicitar préstamos o tarjetas de crédito.

Incluso la información aparentemente inofensiva, como sus nombres de usuario antiguos o direcciones parciales, puede ayudar a los atacantes a crear un perfil de usted. Cuantos más datos recopilen, más fácil será atacarlo con estafas de phishing o tácticas de ingeniería social que parezcan convincentes porque contienen detalles precisos.

La encuesta de NordVPN sugiere que millones de estadounidenses ya están en esta posición, a menudo sin darse cuenta. Muchas personas solo se enteran de una fuga después de recibir un correo electrónico de advertencia de un servicio que utilizan, o peor aún, cuando aparece una actividad fraudulenta en sus cuentas.

Las redes públicas y los riesgos ocultos

La encuesta también expuso otro hábito peligroso: el uso descuidado de Wi-Fi público. Muchos estadounidenses se conectan a redes gratuitas en cafés, aeropuertos u hoteles sin pensarlo dos veces. Pero estas redes rara vez están encriptadas, lo que significa que cualquier otra persona conectada puede monitorear potencialmente su actividad en línea.
Si inicia sesión en su correo electrónico o cuenta bancaria en una red de este tipo sin protección, sus credenciales podrían ser interceptadas por alguien sentado a unas pocas mesas de distancia. Las herramientas para este tipo de ataque están ampliamente disponibles y requieren una habilidad técnica mínima. Sin embargo, la mayoría de los usuarios creen que mientras vean el símbolo de Wi-Fi, están a salvo.

NordVPN y otros expertos en ciberseguridad recomiendan encarecidamente utilizar una red privada virtual (VPN) cuando se conecte a una red Wi-Fi pública. Una VPN encripta tu tráfico de Internet, lo que hace casi imposible que otros en la misma red vean lo que estás haciendo o roben tus credenciales.

Toma el control de tu seguridad en línea

Entonces, ¿qué puede hacer si sospecha que sus datos se han filtrado o desea evitar que vuelva a suceder? El primer paso es verificar. NordVPN y varios otros proveedores offer free tools de seguridad que le permiten ver si su dirección de correo electrónico o contraseñas han aparecido en violaciones de datos conocidas.

Si encuentra una coincidencia, cambie sus contraseñas de inmediato. Utiliza contraseñas únicas y complejas para cada cuenta y guárdalas en un gestor de contraseñas seguro. Habilite la autenticación de dos factores siempre que sea posible, de modo que incluso si le roban sus credenciales, los atacantes necesitarán un código adicional de su dispositivo para iniciar sesión.

Evite conectarse a redes Wi-Fi públicas no seguras y, si es necesario, use una VPN para cifrar su conexión. Mantenga sus dispositivos actualizados, ya que muchos ciberataques explotan software obsoleto. Y lo más importante, tenga cuidado con los mensajes no solicitados, ya que los correos electrónicos de phishing y las alertas falsas siguen siendo una de las formas más comunes en que los delincuentes roban información.

Estos pueden parecer pequeños pasos, pero son poderosos. La diferencia entre los que son víctimas del robo de identidad y los que no suelen hacerlo se reduce a la consistencia con la que aplican estas prácticas.

El mensaje más amplio detrás de los datos

La encuesta de NordVPN es más que una simple lista de estadísticas. Es una llamada de atención sobre cuán desconectadas están la mayoría de las personas del verdadero estado de su privacidad digital. La gente entiende que existe el cibercrimen, pero subestiman su alcance y asumen que el problema no los afectará personalmente.

En realidad, el problema ya está a la vuelta de la esquina. Si a más de la mitad de los estadounidenses se les han filtrado datos, eso significa que la exposición no es una excepción, es la nueva normalidad. El desafío ahora es pasar de la conciencia a la responsabilidad. Saber que las violaciones de datos son comunes no es suficiente. Las personas deben actuar como guardianes de su propia información, no como espectadores pasivos.

El informe también destaca la necesidad de una mejor educación en torno a la seguridad digital. Muchas personas creen que evitar sitios web sospechosos o no descargar archivos aleatorios es suficiente. Pero hoy en día, el verdadero peligro a menudo proviene de plataformas legítimas que sufren infracciones a pesar de seguir los protocolos de seguridad estándar.

Hasta que las personas entiendan que la privacidad requiere un mantenimiento activo, las infracciones y las filtraciones continuarán superando los esfuerzos de prevención.

 

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